Regulación y normativa

El que está a punto de concluir ha sido un año de cambio de signo político en el timón del país, lo cual ha tenido consecuencias en la mayor parte del ámbito público.
 
En lo que a la regulación de las comunicaciones electrónicas se refiere, también se ha visto afectada por este factor, aunque no de forma pronunciada.

Si tomamos como referencia la entrada en vigor de la nueva LGTel -el 5 de noviembre de 2003-, podríamos decir que la "sensación" del 2004 ha sido la de un año aparentemente en blanco, aunque ello no obvia, en absoluto, que la maquinaria no haya seguido funcionando. No obstante, ha tenido que transcurrir un año para que saliera a la luz parte del desarrollo reglamentario de dicha Ley.

Cierto es, y así hay que mencionarlo, que también ha habido actuaciones positivas para el sector en general. Desde la revisión -mejor aún, actualización- de las condiciones de las licencias de UMTS a las consultas públicas lanzadas al sector, pasando por la eliminación de las garantías financieras a los operadores del cable; todas ellas -y otras más- han sido actuaciones entendidas y bien recibidas.

Ahora bien, este sector tiene aún tareas pendientes a las que hacer frente, no sólo desde el ángulo doméstico sino también desde el europeo.

En cuanto a lo que a España concierne, hay cuestiones que deben ver la luz -y definir- cuanto antes: el nuevo entorno en que se va a prestar el Servicio Universal, la foto final sobre los Mercados de Referencia, la ya dilatada en el tiempo Estrategia de Banda Ancha, el diseño definitivo de la prevista Agencia del Espectro, el refuerzo de las competencias de la CMT, el tan manido Consejo Superior del Audiovisual, etc.

Hay otras cuestiones que también tienen influencia en el marco español, pero que su trascendencia aconseja un acto de armonización en el ámbito europeo: el entorno IP, las Redes de Nueva Generación, las tecnologías de redes fijas inalámbricas, etc.

Con esto, y no nos equivoquemos, no se está reclamando una intervención regulatoria "a priori", sino una clarificación de las reglas de juego, lo que redundará de manera positiva en el desarrollo de la Sociedad de la Información.

San Judas Tadeo